13 de marzo de 2012

Baku (Devorador de Sueños)

El baku es una criatura espiritual, algo así como un tipo de quimera, originario de la mitología China; llamado allá el Mò. Luego fue adaptado a la mitología japonesa durante el período de Edo (1603 - 1868). Lo describen con un cuerpo como el de un caballo grande y grueso, la cabeza de un elefante, los ojos de un rinoceronte, la melena de un león, la cola de un buey, las garras de un tigre y el pelaje rayado.

Grabado en Madera de un Baku. Por Soga Shohaku.
  
Se le considera un talismán de protección contra la maldad y las pestes ya que es un cazador de malos espíritus, pero muy particularmente como guardián de los sueños ya que devorará nuestras pesadillas al igual que la maldad que estas conllevan. Es por ello que, muchos japoneses cuentan con un amuleto con la imagen del baku junto a su cama, como almohadas con la forma del baku, fundas de almohadas con su kanji bordado, o hasta simplemente dibujado o escrito sobre una hoja de papel colocada bajo la almohada. Antiguamente se decía que en el supuesto de que alguien lograra cazar un baku y forrara su cama con su piel, esta mantendría todas las enfermedades a raya.

Funda de almohada con diseño de bakus.

Bases de madera para dormir, del período de Edo con grabados de Bakus en cada lado.

La manera en la que el baku atrapa estas pesadillas es mediante una emboscada, cayendo sobre ellas con su enorme cuerpo y posteriormente aspirándolas con la trompa. Estas pesadillas son posteriormente transformadas por el baku en buena fortuna. Para que el baku se la coma solo debemos llamarlo al despertar de una, exclamando: "¡Baku, porfavor devora mis sueños!". Es de suma importancia no mirar al baku mientras lo hace ya que su espeluznante aspecto nos causará más pesadillas. Una vez que la pesadilla es devorada, no recordaremos la misma en absoluto. A esta creencia se le atribuye el hecho de que en muchas ocasiones despertamos sin recordar nada de lo que soñamos.


Baku. Por Gojin Ishihara.

Hay muchas leyendas e historias que rodean al baku. Con mayor frecuencia se dice que para responder a las súplicas humanas, este sólo va donde se le necesita para a continuación comerse los sueños que provocan la angustia de la persona que duerme. Sin embargo, existe otra representación menos común del baku, en la que es casi como una plaga en los hogares de la gente; devorando todos los sueños, y no sólo las pesadillas. Las personas en esta situación, pues, pierden todos sus sueños, e incluso pueden tener problemas para conciliar el sueño.
Baku devorando los sueños. Por Yuko Shimizu.
   
Al ser el baku un yokai de tal benevolencia, se puede observar su imagen esculpida en los pilares de muchos templos y santuarios para alejar a los malos espíritus. Hoy en día la palabra baku se refiere también al tapir, inspirados en la descripción del mismo, ya que la apariencia de estos recuerda en cierta manera al baku.


Representación de un baku, idéntico a un tapir. Por Naoki.

Baku (izq.) tallado junto a un Shishi (der.) en el pilar de un templo.

Al igual que el atrapa sueños de los nativos americanos, el baku viene a demostrarnos que los espíritus mitológicos pueden cruzar las fronteras culturales. Quién sabe, si le imploramos a esta criatura, puede que incluso llegue a visitar nuestro dormitorio para comerse todas las pesadillas. Si así lo desean, aquí les dejo el kanjin para que lo coloquen en una hoja bajo la almohada.

9 comentarios:

  1. Anda que curioso ^O^
    Me ha encantado esta entrada. Gracias :)

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  2. BAKU DEVORA MIS SUEÑOS!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. me encanto muchisimo, seria genial intentarlo, un día lo haré, aunque no se si hay que decirle en nuestro idioma o en japónes

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  5. Baku Curae! (Baku devora mis sueños en japones)

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  6. Que buen blog!! Cuando esté en un PC lo leeré más detenidamente :)

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  7. Anoche tuve una pesadilla paralizante espantosa... no podía moverme y me sentía atrapada por una fuerza maligna. Una especie de cerdo con cabeza de Tapir, entonces, entró por la puerta de mi habitación... caminaba pesadamente, con ojos enormes y colmillos, cubierto de pelambre... me dio miedo... no me quitaba la vista de encima... se fue acercando muy despacio, por la orilla de mi cama, sin dejar de verme, se colocó a un lado, comenzó a balancearse... desperté. Su imagen se quedó tan presente durante todo el día que al regresar a casa decidí buscar en google... "Tapir, pesadilla"............ y me aparece todo esta información. Al ver las imágenes, sentí escalofrío... y ahora que sé quien era, no me resta sino decir ¡Gracias, Baku!

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  8. Pensar que llegué acá por la canción de Len Kagamine. ¡que interesante!

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